lunes, 17 de diciembre de 2012

Visitando la ciudad de los muertos


http://www.asturiasverde.com/banco-de-imagenes/poblaciones/aviles/b/cementerio-1b.jpg
 Mausoleos de la calle principal del cementerio de La Carriona

Para comenzar, un tema que quizá os parezca un poco creepy pero que forma parte de la historia del arte tanto como cualquier cuadro o arquitectura.

Quizá hayais oído hablar recientemente del cementerio de La Carriona de Avilés a raíz de la inaguración de su aula de interpretación (el CICLaC). Por supuesto, os recomiendo la visita.

Para los que no lo sepaís, un aula de interpretación es una suerte de pequeño museo o sala de exposiciones en el que los contenidos se muestran de manera muy gráfica y didáctica (mapas, dioramas, videos, actividades interactivas,...). Además, suele centrarse en un tema muy concreto, como la historia de un cementerio, que es el caso.

El cementerio de La Carriona es un BIC (Bien de Interés Cultural, máximo nivel de reconocimiento que da el Estado español a un bien de patrimonio cultural), por lo que está al mismo nivel de valoración que, por ejemplo, la catedral de Oviedo.

¿Sabíais que es posible integrar los cementerios en nuestras visitas turísticas? Que no os miren raro ni piensen que os habeis vuelto góticos. Algunos cementerios de Europa tienen incluso agenda de eventos culturales y se realizan conciertos, visitas guiadas,...  Muchos autores incluso defienden su visita como una forma de comprender mejor la ciudad en la que uno vive.

Si lo pensais, los cementerios españoles suelen parecerse a una pequeña ciudad. Tienen una muralla (el muro circundante), varias calles principales (los ejes mayores y menores) varios barrios (agrupamientos de tumbas y mausoleos más alejados del centro). Incluso cabría  hablar de un extrarradio con bloques de pisos (las nicherías o nichos). Al igual que en una ciudad, también hay diferencias sociales. Así, los ricos se reservan los grandes mausoleos del centro (palacios,grandes pisos o lofts en  nuestra analogía), mientras que la clase media se apiña en los cada vez más extendidos nichos (pequeños apartamentos o minipisos)

Además, los cementerios están llenos de un simbolismo que, desgraciadamente, ya apenas somos capaces de interpretar. Es una lástima porque eso nos ayudaría quizá a perderles algo el miedo. Lo que no se ha perdido es el carácter evocador de la iconografía funeraria. Pensar, por ejemplo, en la imagen típica de los ángeles de cementerio, de los cuales tenemos varios ejemplos en Avilés, entre los cuales quizá destaque el del escultor Cipriano Folgueras

Angel del enterramiento de los Marqueses de San Juan de Nieva. Cipriano Folgueras, 1902


El cine, la televisión, el cómic,... han sabido sacarle partido a la atracción que sentimos por estas imágenes. No hay  película de terror que se precie que no incluya un plano de un cementerio seniestro con algún que otro de estos guardianes, generalmente sacando partido a sus poses más inquietantes.

Weeping Angels (Ángeles llorones), tal como se conoce a estas criaturas en la serie de la BBC Doctor Who

Pero no toda la iconografía tiene que ver con el cristianismo. Los animales en el cementerio también tienen su significado. La serpiente, por ejemplo, de connotación negativa en la tradición judeo-cristiana, es sin embargo el símbolo de la regeneración y de la inmortalidad en el mundo funerario. Las flores no suelen estar muy presentes en la decoración de nuestros cementerios ya que son un elemento demasiado vinculado a la vitalidad, y aún así, es posible descubrir la representación en piedra de varias especies concretas que se asimilan con el culto funebre. La más común es la amapola o adormidera, planta de la que se extrae el opio, cuyos efectos sedantes se asocian con el sueño de la muerte (no hay que olvidar que la palabra cementerio viene de la palabra griega para dormitorio). De la misma manera, la hiedra y otras plantas trepadoras simbolizan el abrazo entre la vida y la muerte.

Esto son tan sólo unas pinceladas de lo que puede ser analizado en un camposanto y sé por experiencia que este es un tema que suele interesar a la gente así que quizá continuemos hablando de nuestros cementerios en futuras entradas...



3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu entrada :)Estas navidades me pasare a visitar el aula de interpretación seguro. Un cementerio que es precioso también es el de Comillas presidido por "El Ángel Exterminador" de Limona.
    Un saludo :)

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  2. Una entrada muy interesante y original. No sé por qué aquí sorprende tanto visitar los cementerios, los de Escocia tienen hasta bancos para sentarse a descansar y siempre están llenos de gente. Doy fe que el cementerio de La Carriona es precioso. Llegué a oír que alguno de sus angelotes tenía en sus tiempos diamantes incrustados. No sé si será verdad...

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    1. Vaya parece que la entrada sobre cementerios tiene exito. Tendré que seguir con ello. Me ha encantado tu comentario, Angélica. Tienes razón, en los cementerios anglosajones suele haber bancos y lugares para el recogimiento y la reflexión. Esto es debido a que responden a una tradición distinta a la de nuestros cementerios. Los cementerios españoles se corresponden con el llamado tipo latino que procede originalmene del cementerio de Pisa (si, el campanile y su conjunto también tienen un cementerio al lado que casi nadie visita). El modelo anglosajón, sin embargo, se corresponde con la idea del jardín funerario o jardín melancólico, en el que naturaleza y sepulturas conviven en armonía y en el que se fomenta una relación quizá más cercana con los difuntos al asimilarse el cementerio a un parque.

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