jueves, 20 de diciembre de 2012

Arte en femenino o cómo a veces es necesario reescribir la historia

Os propongo una visita virtual al National Museum of Women in the Arts  o, en cristiano, el Museo Nacional de las Mujeres en el Arte. Se trata de un museo estadounidense con apenas 25 años de vida que sólo alberga obras realizadas por mujeres, abarcando desde la Edad Moderna hasta la actualidad.

El tema de la mujer en el arte está dando mucho de sí y las últimas investigaciones están transformando la visión que se tenía de algunos periodos artísticos. Si alguna vez os habeis preguntado si nuestros conocimientos de la Historia en general, y de la Historia del Arte en particular, se corresponden con la realidad, esta es una buena forma deaproximarse al tema.

Hay que tener en cuenta que los documentos directos, de puño y letra de los protagonistas (lo que en historiografía se denomina "fuentes primarias") son escasos para la mayoría de periodos históricos. Es más, cuanto más nos alejemos en el tiempo menores son las posibilidades de encontrarnos con testimonios de primera mano. Lo normal es tener que partir de fuentes secundarias, reescrituras posteriores de documentos antiguos, relatos de terceras y cuartas personas, o interpretaciones personales de los distintos acontecimientos. A lo que voy es que la Historia como disciplina, la labor de historiar, no se realizó de manera sistemática y científica hasta época relativamente reciente. Y aún así cabría plantearse si hemos llegado a la objetividad absoluta. Todo proceso de conservación histórica (de documentos, edificios, obras de arte en general) lleva parejo un proceso de selección, consciente o inconsciente, voluntario o accidental, que determina la percepción futura que se tenga de un momento histórico X en un tiempo Y.

Sirva de ejemplo lo que ocurrió con los distintos renacimientos del arte clásico que que se sucedieron a lo largo de la Historia del Arte. Tanto en el Quattrocento como en el periodo Neoclásico se generó (salvando las distancias de ambos momentos) un estilo naturalista, sereno, equilibrado y, sobre todo, de un blanco nuclear pasmoso. Los edificios y esculturas que se produjeron a imitación de este supuesto estilo antiguo se basaron en una muy buena labor de documentación histórica. Los edificios conservados y las piezas que se iban sacando a la luz seguían efectivamente esos patrones de limpieza, sobriedad y cierto minimalismo. Teniendo en cuenta el nivel de desarrollo de la arqueología de ambos momentos, hicieron un trabajo impresionante. Y sin embargo, hoy sabemos que la arquitectura y escultura griegas eran de todo menos sutiles.

Para muestra un botón


El video no tiene audio y los subtítulos están en inglés pero se entiende perfectamente el contenido. Básicamente explica cómo aplicando luz ultravioleta y luz rasante se pudo revelar los colores y patrones decorativos de las imágenes antiguas.

Y direis, y esto... ¿qué tiene que ver con nada? Pues sí, reconozco que me he dejado llevar, pero me parecía interesante reflexionar sobre lo relativo de la Historia.

Volviendo al tema del museo, se me ocurre que quizá, dentro de unas décadas, aparezca en todos los manuales o en los mejores espacios de los museos, la obra de alguna pintora o escultura hasta ahora mal catalogada o ignorada por el hecho de ser mujer. Pensar, y de nuevo me voy a ir por los cerros de Úbeda, que Velázquez no fue redescubierto hasta el siglo XIX y sin embargo hoy lo consideramos una figura tan fundamental de la Historia del Arte como Leonardo Da Vinci.

En fin, como curiosidad, os dejo el enlace del susodicho museo.
http://www.nmwa.org/explore/collection-highlights

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